Marcamos el paso del comienzo de un nuevo siglo, con todas las promesas y
posibilidades al alcance de la mano. Tenemos en nuestras manos recursos y
capacidades que hace unos años se antojaban inalcanzables. Sin embargo, los
graves problemas a los que nos enfrentamos, como son las deudas crecientes, la
amenaza del estancamiento económico y la recesión, el incremento de las
desigualdades sociales entre los países, los conflictos, etc., limitan los esfuerzos para
lograr el sueño de una educación universal de calidad que nos ayude a superarlos.
Los expertos afirman que el terreno educativo, inevitablemente, va a sufrir
cambios drásticos, que ya se han empezado a vislumbrar, debido a tendencias
como la imparable globalización, la tecnología de Internet y los dispositivos
móviles –que implica el libre acceso a la formación y a la información– y la
brecha creciente entre las poblaciones con un alto nivel educativo y las apenas
escolarizadas, entre otros. Estos cambios tienen un impacto significativo en el
perfil de personas cualificadas que deben enfrentarse al mundo. ¿Está
contribuyendo la formación actual a perfilar este tipo de ciudadanos? En los
preocupantes índices de fracaso escolar, las altas tasas de paro entre los jóvenes
graduados, la baja satisfacción del profesorado y la poca adaptación de
contenidos a la realidad económica actual, podemos encontrar la triste
respuesta.
El desafío de reformar la educación, entendida como la formación continua desde
la más tierna infancia hasta la tercera edad, debe estar en la agenda de todos los
agentes de la sociedad y requiere de su colaboración efectiva: individuos, familias,
instituciones educativas, empresas y Gobierno. La calidad de la educación no
depende sólo de la cantidad de recursos, sino, sobre todo, de cómo se emplean
éstos, de cómo se organiza y gobierna el sistema, de cómo se forma al profesorado
y de la motivación y apoyo de los grupos sociales implicados.
¿Conseguiremos la receta para la educación perfecta para el siglo xxi? La
combinación de ingredientes para conseguirla es necesariamente compleja y de
lenta ejecución. Los expertos del Future Trends Forum analizan en esta
publicación algunos de los ingredientes clave que, sin duda, deben estar
contemplados en esta receta mágica que logre formar a los ciudadanos del siglo xxi
para convivir y superar los grandes retos a los que se enfrentan.
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